Herodes y la Estrella · III

ESCENA 2

(Una joven, vestida muy pobremente, lava a mano ropa imaginaria, la escurre y la pone en una cesta imaginaria también, mientras que su hijo le ayuda de la misma manera. De cuando en cuando hace una pausa para recordar un bello momento, ya pasado. Toma su cesta, le da la mano al niño, y sale. Durante esta escena, oímos a la cantante cantar Canción de la esposa insatisfecha. Al final de la canción, el pastor, su esposo, entra corriendo por la izquierda.)

PASTOR ¡Hannah! ¡El Mesías ha llegado!

(Hannah, que está barriendo o limpiando en la cocina, entra por la derecha, lo mira con cinismo y tristeza.)

HANNAH Me prometiste que ibas a dejar de beber.

PASTOR ¡No he estado bebiendo! Al filo de la medianoche un ángel se me apareció en el monte; estaba a mi lado, muy cerca, tan cerca como tú y yo estamos ahora, y me dijo que el Mesías acababa de nacer en un pesebre en Belén. Habría venido a contártelo en ese mismo momento, pero no quería asustarte de noche y despertarte. Estoy seguro que Dios quiere que yo vaya a Belén para ser testigo de esta maravilla. Así que necesito un poquito de pan para el viaje.

HANNAH No hay pan.

PASTOR Entonces, un trozo de queso basta.

HANNAH No hay queso.

PASTOR Bueno, pues viajaré sostenido por ese maravilloso alimento para el espíritu, ¡la esperanza!

HANNAH Podemos compartir una taza de leche de cabra para el desayuno.

PASTOR ¡Delicioso! ¡Prepara esa leche, rápido! Voy a sacar el burro mientras tanto. ¡Libre, somos libres! ¡Libres, libres!

(Sale corriendo. El hijo toma una cesta imaginaria, algo pesada, y se la lleva lentamente. Entra Hannah con un trapo de la limpieza y su escoba.)

HANNAH — ¡Vaya! ¡Completamente loco! Esta vida ha sido demasiado para él, tanta pobreza sin siquiera la esperanza de un futuro mejor. La soledad de la montaña, con sus cabras y su perro, ha sido buena por un tiempo, le ha ido ayudando hasta ahora. Pero eso parece que se acabó. Ahí salió, corriendo en busca de un sueño, mientras la casa se nos cae encima. Y tengo que mostrarme tranquila, enseñarles a los niños a vivir. Si me abandonara a mis sentimientos, si me permitiera a mí misma gritar y proclamar a los cuatro vientos mi rabia y mi terror, ¿quién sabe lo que él haría en desesperación? No, Hannah – ¡calma, calma! Pase lo que pase, calma. Santo Dios, dime, ¿qué va a ser de nosotros? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué puede hacer ninguno de nosotros para salvarse?

(Sale lentamente por la izquierda. La cantante canta las últimas líneas de La esposa insatisfecha.)

 

Interludio

El coro canta ¡Arre, borriquito! Vemos al pastor, en su burro imaginario, cruzando el escenario camino a Belén.

 

ESCENA 3

(Piano, Preludio número 1 de El clave bien temperado. Una bailarina representa la Estrella de Belén. Baila.)

 

Autores: Charles Frink & Resurrección Espinosa

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